El Sol, amigo y enemigo de la tierra

El Sol, el astro rey de nuestro barrio cósmico, unos de los causantes de que haya vida en la tierra al mantener una temperatura estable para nuestro planeta, ya que el espacio es muy frío llegando a los «270 grados bajo cero» y en esas condiciones la vida se hace difícil.

Con 1.500.000 km de diámetro, el Sol es un disco gigante que puede hacernos llegar el calor a 150 millones de km de distancia hasta la Tierra. Pero lo mismo que nos mantiene en las condiciones optimas para la vida, llegará el día que no sea así, y muestre su otro lado, que será la destrucción de los planetas cercanos incluido el nuestro.

¿Qué pasará cuando se le acabe el combustible?

Los soles o estrellas, pasan por diferentes fases a lo largo de su existencia. Cuando agotan su combustible experimentan unos cambios y desaparecen. En nuestro caso pasará por varias fases a lo largo del tiempo.

  • Gigante Roja

Conforme el hidrógeno se vaya agotando en el interior de la estrella y este sea sustituido por helio, comenzará a hincharse como si pasara de ser una pelota de golf a un balón de playa, aumentará su masa y se convertirá en una «Gigante Roja».

A partir de ahí empezará a absorber a los planetas cercanos como Mercurio, Venus y la Tierra. En el mejor de los casos, nuestro planeta quedará en el límite del Sol, no siendo atrapado, pero aun así, la vida sería imposible y probablemente ya habrá acabado mucho antes de llegar a este punto.

  • Transición a Enana Blanca

Conforme el combustible se vaya agotando, no habrá fuerza para contrarrestar la gravedad, reaccionará liberándose de parte de su masa, quedando comprimida y reduciendo su tamaño casi al de nuestro planeta (unos 13.000 km de diámetro), pasando a ser una «Enana Blanca».

En esta fase, contará con una masa más densa, pero con el tirón gravitacional suficiente para hacer orbitar un planeta a su alrededor. Sin combustible, pero manteniendo un calor residual que durará miles de millones de años.

¿Sobrevivirá algún planeta a la desaparición del Sol?

Hay observaciones de otras estrellas en su última fase que teorizan sobre la posibilidad de que un planeta parecido a Júpiter, alejado lo suficiente para no sufrir tanto el proceso de transformación, podría quedar orbitando alrededor de la Enana Blanca.

En el caso de la Tierra, podría suceder lo mismo, sólo si aguantara todas las fases de apagado del Sol, pero quedando un planeta inerte y sin campo magnético.

Según algunas teorías, si un planeta fuese lo suficientemente grande y sobreviviera a todo el proceso de conversión del Sol, manteniendo su campo magnético, y orbitando alrededor de la Enana Blanca, tendría la oportunidad de volver desarrollarse la vida en ese planeta con una fuente de energía sin actividad nuclear, ni tormentas solares.

Un Sol que solo emitiría calor y luz por millones y millones de años, proporcionando una estabilidad y favoreciendo así la evolución de ese mundo.

Fuente: Materia Oscura

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