El peñón siempre ha dado que hablar, y desde su perdida en 1713 (España cedió el territorio a Gran Bretaña según los términos del Tratado de Utrecht) el territorio de ultramar ha sido motivo de numerosas disputas entre Inglaterra y España.
Todo comenzó sobre el 1704, cuando el ejercito del Archiduque Carlos de Austria ocupó Gibraltar siendo absorbida posteriormente por los Ingleses.
Historia
Gibraltar, un pequeño territorio en la costa sur de la península ibérica. Un lugar de reverencia en la antigüedad, un territorio disputado por su ubicación clave.
Gibraltar cuenta con numerosas batallas y asedios a sus espaldas durante varios siglos. Sus primeros habitantes llegaron hace 50.000 años, en la era neandertal. Los fenicios comenzaron a registrar la historia de Gibraltar alrededor del 950 a. C.
Después, los cartagineses y los romanos adoraron a Hércules en santuarios que se dice que fueron construidos en el Peñón de Gibraltar, la llamaron Mons Calpe, la «Montaña Hueca«, y que consideraron como uno de los pilares gemelos de Hércules.
Formó parte del Reino visigodo de Hispania tras el declive del Imperio Romano y quedó bajo el dominio musulmán en el 711 d.C. Por un tiempo, paso a llamarse el monte de Tariq, y más tarde, debido a la evolución del topónimo pronunciado del dialecto árabe «Jabal Táriq», saltó al castellano Gibaltar, que influido por otros nombres propios pasó a ser denominado Gibraltar.
La Corona de Castilla lo agregó en 1309, y lo perdió de nuevo ante los musulmanes en 1333, volviéndolo a recuperar en 1462 cuando la Corona de Castilla lo incorporó al Reino de España, permaneciendo bajo su dominio hasta 1704.
España trató de recuperar el control de Gibraltar en varias ocasiones a través de presiones militares, diplomáticas y económicas. Gibraltar fue bombardeada durante tres guerras entre Gran Bretaña y España, pero los ataques fueron rechazados en cada ocasión.
A finales del siglo XVIII, Gibraltar se había enfrentado a catorce asedios en 500 años. Después de Trafalgar, Gibraltar se convirtió en una base importante en la guerra peninsular. La colonia creció entre el siglo XIX y principios del XX, convirtiéndose en un territorio británico clave en el Mediterráneo.
El control inglés de Gibraltar permitió a los aliados tener ventaja en la entrada al Mediterráneo durante la Segunda Guerra Mundial. El general Francisco Franco, se negó a unirse a un plan nazi para ocupar Gibraltar, aunque intentó recuperar el peñón al terminar la guerra, mediante el cierre de la frontera con España entre 1969 y 1985.
Desde 1985, Gibraltar ha ido bajando su presencia militar y ahora su economía se basa en el turismo o los servicios financieros (paraíso fiscal), entre otros.
Gibraltar tiene su propio parlamento y gobierno, aunque el Reino Unido se sigue encargando de su defensa y política exterior. Las discusiones sobre el estatus de Gibraltar continúan en la actualidad, pero la soberanía inglesa sigue manteniendo el control sobre el polémico peñón.