Recuerdo aquellos años en los que un elevado porcentaje de la población española llevaba un Nokia en su bolsillo, con su juego «snake» y su famoso tono de llamada que le hacía único, eran buenos tiempos para la compañía finlandesa.
Convirtiendose en el mayor fabricante de móviles del mundo a últimos de los noventa.
Nokia alcanzó la friolera de los 1.000 millones de terminales vendidos. En pleno auge de Nokia llegaron a producir teléfonos en una veintena de fabricas localizadas en 9 países. Hasta el 2007 fue la quinta marca mejor valorada a nivel mundial. Ese mismo año Apple llega al mercado de los teléfonos inteligentes con Iphone.
Con más de 225 millones de unidades vendidas, el Nokia 1100 se convierte en teléfono móvil más vendido de todos los tiempos y el producto de electrónica de consumo más vendido del mundo.
Etapa con Microsoft.
El gigante informático compró en septiembre de 2013 la división de móviles y telecomunicaciones de Nokia por 5.440 millones de euros para explotar las marcas Lumia y Asha. Pero apostar por el sistema operativo Windows Phone fue una de las peores decisiones de Nokia. El sistema operativo no supo adaptarse a las necesidades de los usuarios y de este modo competir con IOS y Android.
NUEVA ESTRATEGIA
Nokia vuelve a competir en el mercado de los teléfonos inteligentes con el lanzamiento de Nokia 8. Además de reeditar su clásico Nokia 3310 con una batería que durará 4 o 5 días.
Los nuevos terminales de Nokia solo utilizan Android, garantizando mayor seguridad y las últimas actualizaciones a sus teléfonos con buenos materiales y una gran experiencia.