El pasado 2 de junio sobre las 2:30 de la madrugada un bólido iluminó el cielo nocturno de la ciudad de Tokio (Japón) tras una explosión que algunos catalogaron como bastante potente.
Una estrella fugaz a corto alcance
La OMI (Organización Internacional de Control de Meteoritos) lo describió con un tamaño de 1.5 m de diámetro y causó una detonación similar a unas 150 toneladas de TNT.