Lo complicado sería la gravedad del planeta, que mantiene a los aviones fuera del espacio con la misma seguridad con la que nos mantenemos amarrados a la superficie de la tierra. Pero ya empieza haber avances en este campo.
Según la NASA, cualquier vehículo con la esperanza de llegar al espacio tiene que viajar aproximadamente siete millas por segundo (11 km/s), o aproximadamente 25,000 millas por hora (40,000 km/h).
Un problema de combustible
La distancia más corta entre la Tierra y el espacio es aproximadamente 62 millas (100 kilómetros) en línea recta, lo que por acuerdo general es donde el límite del planeta termina y comienza el espacio suborbital.

Para alcanzar la órbita de esa manera, la NASA necesita unos 1.968.414 de litros de combustible para cohetes y dos propulsores para transportar al transbordador espacial de 100 toneladas y su carga al espacio en menos de nueve minutos. Se puede imaginar que volar horizontalmente requeriría mucho más combustible convencional que el que podría llevar un transbordador espacial.
Dicho esto, hay formas para que los vehículos basados en aviones lleguen al espacio. El diseñador aeroespacial Burt Rutan y su firma Scaled Composites construyeron un cohete suborbital, SpaceShipOne
, que lanzaron desde un avión de gran altitud. Una vez despegado, los pilotos de SpaceShipOne apuntaron su vehículo hacia el cielo, encendieron su motor de cohete y alcanzaron el espacio suborbital antes de deslizarse de regreso a la Tierra.

Los aviones de cohetes X-15 del ejército de los Estados Unidos también alcanzaron el borde del espacio de manera similar y, al menos una firma, Rocketplane Global, está esperando reacondicionar un avión privado con motores de cohetes para vuelos turísticos al espacio suborbital.