¿Qué es la basura espacial?

¿Cómo se produce la basura espacial y que daños podría generar?

Desde finales de los años 50, se empezó ha enviar satélites al espacio por parte de Rusia y Estados Unidos, un acontecimiento que supondría un problema para más adelante.

El 4 de octubre de 1957 se lanzó el primer satélite del mundo a manos de la antigua Unión Soviética, fue «el Sputnik 1″ que sólo duró 21 días operativo en el espacio, cayendo al poco tiempo sobre la atmósfera tras perder el control, pero dejando atrás lo que serían los primeros desechos espaciales.

A continuación se lanzaron las misiones Apolo como respuesta de EEUU con un total de 17 lanzamientos, a lo que la Unión Soviética siguió mandado satélites al espacio en una carrera que no sólo costaba miles de millones sino que poco a poco estaban contaminando la órbita baja terrestre con desechos metálicos e incluso radiactivos.

Foto by Stux Modulo Lunar Eagle

Incidentes en las alturas

En septiembre de 1977 los radares de Estados Unidos detectaron un satélite ruso, el «Cosmos 954» realizando extrañas maniobras convirtiéndose en la primera alerta nuclear de la era espacial.

El 12 de enero del 1978, Estados Unidos contactó con las autoridades rusas pidiendo explicaciones al extraño comportamiento de su satélite, al poco tiempo respondieron que habían perdido el control de Cosmos 954 que entró en la atmósfera por Canadá esparciendo residuos radiactivos, la noticia saltó a la prensa internacional, quedando claro que la basura espacial era un peligro para la población terrestre.

Pero, ¿Qué es la basura espacial?

Se trata de un conjunto de restos de cohetes y satélites fuera de servicio que han perdido su control, acumulados en la órbita más cercana a la tierra creando miles de desechos que colisionan entre si, produciendo cada vez más fragmentos y aumentando la proporción de basura espacial cada cierto tiempo, siendo así una amenaza para las misiones espaciales.

Foto by Free-Photos

Muchos satélites pierden el control o se estropean debido a la radiación solar que daña sus sistemas de navegación, dejando inoperativos unos 12 satélites por año transformándose en nueva basura espacial.

EEUU tiene un catálogo de residuos espaciales que va desde trozos del tamaño de neveras como de unos pocos centímetros.

Peligro para la población terrestre

  • En 1997 en se encontró un depósito de combustible de 250 kg de un Delta 2 en Texas.
  • En el 2001 la tercera fase de otro Delta 2 cayó en Arabia Saudí a unos 240 KM de la capital del país.
  • En 2011 la parte frontal de un cohete Soyuz se encontró en la isla de Martinica.
  • En 2013 un electricista de Texas encontró en su jardín varios depósitos de titanio.
  • En 2016 parte de un Falcon 9 se estrelló en un edificio cerca de Java en Indonesia.
Foto by Skeeze Cohete Soyuz

Se calcula que en la actualidad hay unos 20.000 objetos alrededor de la tierra pero un pequeño porcentaje cae sobre la atmósfera, quedando la mayoría en el espacio viajando a velocidades de 29.000 km/h.

Altas probabilidades de colisión

En el 2009 el Cosmos 2251 Ruso perdió el control en la órbita terrestre baja y la vez un satélite de EEUU el Iridium 33 a la misma altitud colisionaba con el ruso enviando miles de fragmentos en todas direcciones.

Otro suceso fue cuando China destruyo unos de sus satélites enviando un misil desde la tierra para demostrar su potencial, pero el pretencioso gesto creó nuevos miles de fragmentos a la deriva. Después de estas dos colisiones en 2010 había unos 17.000 trozos de gran tamaño.

La ISS y la basura espacial

La Estación Espacial Internacional, un gran satélite habitado que no se escapa de sufrir el ataque de los fragmentos descontrolados.

Foto by Wikilmages Estación Espacial Internacional

Ha tenido que modificar su rumbo en varias ocasiones para evitar una colisión que supondría el fin de la aventura. Los astronautas saben del peligro y se han acostumbrado a realizar maniobras de evasión que forman parte de su rutina.

Residuos que no se detectan

Aveces los datos no son muy precisos para los tripulantes de la ISS, lo que hace que tengan que refugiarse en los módulos de escape de evacuación a la tierra ante una posible colisión con estos trozos.

Para los fragmentos inferiores a 10 cm que no pueden ser detectados por el radar, el instituto alemán Fraunhofer ha desarrollado unos escudos para soportar el impacto de pequeños residuos a grandes velocidades.

Protección para los Astronautas en el exterior

Si un pequeño fragmento de unos pocos centímetros impactara sobre un astronauta a 29.000 km/h la probabilidad de supervivencia sería prácticamente nula, por eso también se esta estudiando reemplazar las tareas de mantenimiento en el exterior por robots.

Aunque los robots tampoco soportarían el impacto de los trozos, se evitarían peligros para los tripulantes al no ser expuestos fuera de la nave.

¿Posibles Soluciones?

Sobre la mesa se barajan posibles soluciones, pero ninguna está desarrollada por el momento ya que sólo se encuentran en fase de experimentación, algunas de estas serían:

  • La reentrada guiada al planeta por zonas deshabitadas.

Es decir, mientras los satélites que quedaran fuera de servicio tuvieran combustible, intentar dirigirlos hacia la atmósfera hacia una zona alejada de la población, como podría ser partes del océano.

Serían satélites encargados de recoger residuos tanto grandes como pequeños, dirigiéndolo hacia el planeta para su desintegración.

Por el momento sólo son proyectos que necesitan del apoyo internacional. Así que el problema parece ir para largo, y tampoco parece ser una solución eficaz.

Fuentes: NASA, ESA, Fraunhofer Institute for Solar Energy Systems ISE.

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Bernard
Bernard
8 diciembre, 2019 21:24

Estupendo artículo.
Un poco inquietante. Además de un tiesto acabo de descubrir que te puede caer un trozo de satélite y chafarte el coco. !!!!