Tres vidas de película interceptadas por el FBI

El dinero mueve el mundo, pero hay cosas más importantes como el bienestar de uno mismo. Estos tres hombres vivieron al límite, consiguiendo sus metas, pero también se excedieron en sus hábitos al margen de la ley, que les terminó llevando a la cárcel.

1. Kim Dotcom

Kim Dotcom

¿Os suena Megaupload? seguramente cualquiera que navegaba para ver películas unos 10 años atrás, conocerá la que fue la plataforma líder del mundo en descargas ilegales.

A comienzos del año 2012 las portadas de los periódicos y telediarios internacionales lanzaban la noticia «El FBI cierra Megaupload».

El Departamento de Estado de EEUU, junto al FBI y la policía de Nueva Zelanda, comenzaba una operación contra la popular web de intercambio de archivos. Kim Schmitz más conocido como Kim Dotcom y otros cómplices eran detenidos por cometer un delito contra la propiedad intelectual.

Volviendo más atrás

Kim no tuvo una vida fácil en su infancia, su padre era alcohólico y pagaba sus enfados con él y su madre. Con sólo 11 años consiguió convencer a su progenitora para que le comprara su primer ordenador, con el que aprendería a programar, introduciéndose en el mundo de los hackers.

Empezó a hackear centralitas telefónicas desde su país natal (Alemania) ganando cerca de 200.000 € a la edad de 15 años. Al final fue capturado y empezó a invertir en empresas de forma legal.

Pero la estabilidad duró poco y fue acusado de información privilegiada, que utilizaba para movimientos en bolsa. Fue condenado cumpliendo parte de la condena en una cárcel Tailandesa, donde más tarde fue trasladado a su país, cumpliendo 6 meses de prisión.

Cuando se le cerraron todas las puertas, una idea le vino a la cabeza y fue cuando comenzó Megaupload, creando un «Mega» emporio para compartir archivos. Se puede decir que fue el primer sistema de almacenamiento en la nube.

Actualidad

Tras su captura y detención, quedó pendiente de juicio para extraditarlo a Estados Unidos, pero Kim permanece en Nueva Zelanda, viviendo con su esposa e hijos, esperando la orden para sacarlo del país y ser juzgado.

2. Frank Abagnale

Frank Abagnale junto al actor Leo Dicaprio

En la década de 1960 Frank William Abagnale Jr. Un adolescente de 16 años residente en Nueva York con apariencia de adulto, falsificó su documentación aumentándole 10 años a la fecha de nacimiento.

Tras hacerse una cuenta bancaria, con sus padres en proceso de divorcio, el joven Frank comenzó su aventura en el fraude bancario emitiendo cheques sin fondos.

Viajando por varias ciudades, ideó una nueva técnica «hacerse pasar por piloto» en aquellos tiempos en Estados Unidos había dos grandes compañías aéreas la TWA y Pan Am, y esta última fue la elegida por el para cometer los delitos de fraude y usurpación de identidad, viajando por varios países y colando cheques falsos a nombre de la Pan Am.

Fran Abagnale consiguió hacerse pasar por piloto, médico y abogado. Llegando aprobar el examen del estado para ejercer la abogacía.

Todo iba bien hasta que el FBI le empezó a seguir la pista, el departamento de delitos financieros liderado por el agente Joseph Shea, que le seguía la pista por medio país y parte de Europa, fue estrechando el cerco, estando a punto de arrestarlo en varias ocasiones.

Finalmente fue capturado en Francia donde tras cumplir condena fue extraditado a los Estados Unidos, siendo condenado allí, hasta que el FBI le propuso trabajar para ellos detectando falsificadores y así terminar la condena como empleado federal.

Steven Spielberg hizo una película basada en su vida «Catch Me If You Can»

Tras cumplir su condena fundó una empresa de seguridad para prevenir de nuevos fraudes bancarios, incluidas las falsificaciones.

3. Jordan Belfort

Jordan Belfort

En la década de los 80 un joven broker aspiraba a subir a la cumbre de Wall Street. Cuando consiguió un trabajo como auxiliar en una conocida firma, quebró de repente quedando hundido el mercado.

Jordan ideó una empresa llamada Stratton Oakmont, que se dedicaba a colocar acciones de poco valor para el cliente pero que le otorgaban un gran beneficio a él y a sus socios, dejando a sus clientes sin ganancias, y así perdiendo lo invertido.

Todo eran grandes fiestas, mujeres, drogas, coches de alta gama y dinero, un nivel de vida de película que se vio truncado nuevamente por la Oficina Federal de Investigación.

Cuando llegó un rumor a la oficina de delitos financieros del FBI, un agente se puso a investigar y no tardaría mucho tiempo en ver que toda esa aparente legalidad, no era más que una farsa que ocultaba una gran estafa.

El exceso con el alcohol y los estupefacientes le provocó muchos problemas a nivel personal, todo tipo de situaciones comprometidas y problemas con la policía.

Película «El lobo de Wall Street» basada en sus vivencias

Terminó siendo detenido y acusado por diversos delitos económicos, como fraude de valores, lavado de dinero y manipulación del mercado de acciones. Fue condenado a 22 meses de prisión y una indemnización de 110.4 millones de dólares a sus antiguos clientes.

En la actualidad se dedica a motivar a emprendedores ofreciendo consejos a sus seguidores para vender más efectivamente.

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